Víctor Manuel García Soto, Auxiliar en la Oficina de Partes, con 20 años de trayectoria laboral en el Gobierno Regional y oriundo de la ciudad de Concepción  “Don Víctor” comenta cuáles son sus mayores ideales, aficiones y experiencia de vida.”Noticias”

Con una gran mochila de conocimientos, Víctor, quien es proveniente de la Región del Biobío, decide en 1979 dar un rumbo a su vida y trasladarse a Santiago, donde comenzaría su ruta laboral en el Comité Geotérmico de Corfo.

Transcurrido algunos años, el 01 de noviembre de 1995 ingresa al Gobierno Regional Metropolitano, desempeñándose como Auxiliar en la Oficina de Partes.

En su entorno familiar, Víctor es padre de dos hijos, Macarena y Juan Pablo, que son fruto del matrimonio con Rosita, su actual esposa. Hoy, además cuenta con orgullo que es abuelo de una hermosa nieta a quien con ternura llama “mi reina Trini”.

En el aspecto personal, señala que se reconoce como adicto a la “buena mesa”, enfatizando que “no le hace asco a nada, tratándose de comida”. Así también, cultiva otras pasiones, entre las que se autoproclama como un fanático férreo del fútbol e hincha del equipo de la Universidad de Chile.

“Cuando llegué a Santiago, me asustó mucho la capital, primera vez que venía, me trajo un hermano a trabajar en una empresa en Quilicura, pero no resultó. Como mi polola trabajaba acá en Santiago (actualmente, la Rosita) me presentó a su jefe y me ofreció un trabajo en CORFO. Me pidieron un currículum y me citaron a una entrevista, nunca había hecho un currículum y menos me había presentado a una entrevista. Todo era nuevo para mí, ya que venía del campo, pero tuve la suerte de caer bien y quedé contratado”.

 -¿Cómo fue la experiencia de iniciar nuevos rumbos?

-Cuando ya llevaba tres años trabajando con contrato indefinido de planta, me atreví a pedirle matrimonio a mi actual esposa. Todavía no le decía casémonos, cuando el “Sí” se escuchó de Arica a Punta Arenas.

De este matrimonio nacieron mis dos hijos, los cuales criamos con mucho sacrificio, pero con los más grandes valores. En la actualidad, ambos son mayores de edad, cada uno con su profesión, pero siempre dependiendo de sus padres, nunca dejaran de ser niños.

Existe una nieta, quien es la joyita de la casa, “la Trini” de 9 años, excelente estudiante y participa de varias actividades como Child Lider, Scout, y ahora postulando al modelaje.

-¿Cómo definiría su trayectoria laboral?

– En cuanto a mi desempeño laboral puedo decir que  ha sido exitoso, me gusta lo que hago y trato hacerlo bien, dejar conforme a mi jefatura y a los funcionarios, a los cuales atiendo, sobre todo a las funcionarias.

He conocido buenos compañeros, con los que he compartido juegos, asados, reuniones, campeonatos y otros con los que no he logrado compartir debido a diferencias de carácter, pero respetando sus decisiones. De todos modos, estoy con ellos en momentos difíciles. Si necesitan de mí, ahí estoy.

-¿Cuáles son sus proyecciones?

-A mis 64 años de edad y a un año de jubilar, mis pretensiones son regresar a mi querido campo en Quirihue y ahí terminar mis años junto a mi Rosita, disfrutar de los animales, el rio, mar y de la buena vida de campo.

-Si tuviera que dejar un mensaje a los funcionarios del Gore ¿Cuál sería?

– Quisiera aconsejar  a la juventud que escuchen a los funcionarios mayores, nadie nace sabiendo. Con  mis 36 años de servicio puedo aconsejar y con mucha experiencia.