Deportista, abuelo de cuatro nietos y con un entusiasmo inigualable, Luis, quien actualmente se desempeña en el área de Servicios Generales del Gobierno Regional Metropolitano, nos narra sobre sus 45 años de trayectoria laboral y experiencias de vida.”Noticias”
Su historia laboral, comienza en 1970 cuando cumple 20 años de edad y se suma a un proyecto sobre cibernética en Corfo, luego se desempeñó en otros ámbitos al interior de la institución, pasando por el área de Biblioteca, Oficina de partes, Portería, Abastecimiento, Auxiliar Administrativo, y Gerencia de Desarrollo, entre otros.
Durante este proceso de formación, ya en el año 1995 se le presenta un nuevo desafío en el Departamento de Extranjería en el Gobierno Regional Metropolitano, para luego en 1998 ingresar a Servicios Generales, donde se desempeña hasta el día de hoy.
Al respecto, enfatiza que “el Servicio Público no lo hace el Servicio, sino el funcionario. Tuve una muy buena escuela en todo este período, con buenos maestros. Mi historia ha sido muy buena, con muchos jefes, compañeros y compañeras”.
En el aspecto personal, Luis quien se considera un abuelo “chocho” es casado y padre de cuatro hijos. En sus pasatiempos, se considera un amante de los deportes, por lo cual hace más de cinco años es miembro en la YMCA, donde práctica ejercicios acuáticos, como también es parte de un Club para adultos mayores.
En este contexto, Luis resalta y agradece al Club, ya que en este espacio, además de recrearse en lo que él denomina como “retiros espirituales”, han sido las instancias donde comparte y se realizan variadas convivencias, además de poder conocer a sus mejores amigos de la vida.
En todo este gran mundo, Luis, además nos indica que también hace trabajos de mantención general los fines de semana, por lo cual su agenda está llena de actividades, pero siempre preocupado y atento al bienestar de sus hijos, nietos y seres queridos.
Finalmente y dejando un mensaje a todos los funcionarios nuevos y antiguos, señala que “entrar al Gore no es tan fácil, y cuando eso ocurre, hay que ponerse la camiseta. Esto puede costar mucho para algunos, pero vale la pena, porque el Gore es una institución que enseña mucho”.