Karen Troncoso es Constructora Civil y es analista Divac del Gobierno Regional Metropolitano desde hace 7 años. Le gusta cuidar las plantas que tiene en su oficina, y se siente muy comprometida con cada proyecto que lleva a cabo, ya que “si no hacemos bien nuestro trabajo con los proyectos, se convierten en un sueño de muchas personas que no se termina”.


 

 

-¿Cómo llegaste al Gobierno Regional Metropolitano?
-Llegué al Gore el 2008, por concurso. Soy constructora civil, estudié en La Serena y viví muchos años en la cuarta región pero cuando salí de la universidad -por ser mujer- me costó trabajar.Empecé trabajando en obras, viviendas y pavimento. Partí en empresas constructoras pero después la consultora que hacía las inspecciones me ofreció trabajar con ellos. Desde entonces trabajé mucho tiempo en terreno, fiscalizando y luego me desempeñé por un tiempo en la Seremi de la cuarta Región, en el programa “Quiero mi barrio”. Luego me vine a Santiago y vi el aviso en diario de un trabajo en el GORE así que postulé y quedé.

-¿Qué funciones cumples en la Divac actualmente?
-Trabajo en proyectos de pavimentación, aunque trabajé anteriormente en transferencia, pero ahora veo alcantarillado, centros culturales, infraestructura y diseños de Pladeco. Acá tenemos hartas funciones y es complicado también por eso, porque si no están bien las cosas, se devuelven, y tenemos que ayudar porque la idea no es paralizar proyectos, porque si no se hacen se deja a la gente con un sueño que no se termina, entonces nunca nos olvidamos de eso.
Cuesta ser mujer en el mundo de la construcción, porque siempre están ligados los hombres a la construcción. Nosotras no somos tan fuertes como ellos, no tenemos la autoridad, ellos creen que porque somos mujeres no tenemos la fuerza para hacernos cargo de las obras y eso no es así. Una vez me pasó que con una cuadrilla de maestros, que como gran piropo me dijeron “usted trabaja igual que un hombre”, esa es la visión de ellos, un hombre trabaja y la mujer no.

-¿Qué aporte crees que entregas a tu trabajo siendo mujer?
-Yo creo que demuestra que las mujeres también somos capaces, tenemos harto que aportar, como por ejemplo que trabajar y ser mamá no es de otro planeta, que los papás también pueden participar en la crianza, es una demostración de la igualdad, de que ser una mujer que tiene hijos y trabajo es un ejemplo para un hombre que trabaja, ellos también pueden ser un padres bien presente. Hoy por ejemplo hay hombres en el Serviu que se están tomando el post natal, antes era impensado.

-¿Cómo lo haces para tener una doble jornada laboral, de mamá y trabajadora?
-Soy madre de dos niños, mi hija que tiene 7 años y mi hijo 6 años. Hay que organizarse y que el papá también participe en la crianza, complementarse y organizarse, y siempre prevenir. Por ejemplo, guardar días por si se enferman, ese tipo de cosas.

-¿Cuál es tu pasatiempo?
-Me gusta hacer deporte, andar en bicicleta, soy ciclista, ir al gimnasio, no soy fanática pero me encanta la bicicleta, llego al trabajo en ella, tengo mi casco, mi equipo, la cuido, le hago mantención una vez al año.

¿Cómo evaluarías el trabajo del Departamento de Gestión de Personas sobre el ambiente laboral?
He visto mucho más preocupación, antes no había nada, de hecho ahora nos conocemos, hacen hartas actividades. Conocemos ahora las fechas de cumpleaños y aniversarios, antes no sabíamos esas cosas y no participábamos mucho.

-¿Qué mejorarías en tu ambiente laboral?
-Que no se molesten mucho cuando algo no sale bien, pero acá también hay un compromiso, aquí todos saben que los proyectos no son papeles, que cada papel que sale significa una obra, un pavimento, un proyecto y si no se paga o no se ejecuta, no estamos cumpliendo las expectativas y esa gente se queda sin trabajo, y aquí no se pierde ese contexto. Hay harto compromiso.